En Campo Santo, el profesor de matemáticas Javier Rodríguez decidió cambiar la forma de enseñar… y también de ayudar.
Desde hace meses, da clases de apoyo a estudiantes que necesitan acompañamiento, pero no cobra con dinero: pide un alimento no perecedero a cambio.
Con cada clase, una esperanza. Con cada alimento, una intención.
Así, con la ayuda de sus colegas, alumnos y la comunidad, juntó más de 100 productos y los llevó personalmente a la escuelita rural de El Ceibal, en El Bordo.
La entrega no fue solo una donación: fue una tarde llena de juegos, meriendas, charlas y abrazos sinceros.
Un gesto que sembró empatía en los jóvenes y alivio en quienes más lo necesitan.
💬 “Fue una jornada muy linda, no solo por lo que pudimos traerles, sino por el momento compartido con los niños”, dijo Javier, quien estuvo acompañado por docentes y alumnos de la EET Galileo Galilei.
En una escuela con techo de chapa, sin agua potable, donde 13 niños permanecen toda la semana para estudiar, la solidaridad llegó como un rayo de esperanza.
🌱 Porque enseñar también es sembrar humanidad.
Y cuando un aula se convierte en puente, la educación transforma realidades.
#ProfesorConCorazón #SolidaridadQueInspira #SaltaSoy